Hoy en día la vida es frenética. Vamos de un lado para otro sin tiempo que perder, sin apreciar todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Por ello descuidamos los grandes que no pequeños detalles.¿Hace cuánto que no os sentáis en soledad en la calle a ver la vida pasar?
Sea donde sea, un banco, un bordillo, una barandilla, una roca... ¿Cuánto?. Es bien cierto que en verano llevaba a cabo mucho esta práctica pero claro en el jardín de mi casa.
La cosa es bien distinta cuando lo haces en un lugar donde pasan cosas.
Dicen que la vida esta llena de coincidencias, pero creo que es algo mas, son rutinas entremezcladas y con distinto horario. Cumplen ciclos comunes y en un momento dado se cruzan trayectorias. A eso llamamos coincidencia o casualidad.
Pero nada mas lejos de la realidad, tan solo son habitos con distinto horario.
Al sentarse a contemplar el tiempo que es el factor variable desparece, mostrando las rutinas todas en una y haciendo caer, casualidad tras casualidad.
¿Casualidad?, ya sabemos que no lo es...
Es bonito ver la evolución de las rutinas desde un punto de vista estático. Comprobar los movimientos del destino, ver como la gente cambia, aprender que la soledad es tan solo una anécdota en nuestra existencia, son "casualidades" provocadas.
Sí algún día tenéis un momento, despejad vuestra mente y sentaos a ver los ciclos pasar, os aseguro que os hará sentir muy bien.
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